Esto es así: La tecnología es un elemento que permite impulsar la innovación empresarial, la ventaja en el mercado y la mejora de la experiencia del cliente. Sin embargo, no tener un conocimiento claro de las amenazas y de los controles necesarios, para mitigar el riesgo tecnológico, puede provocar pérdidas, mayores costos e incumplimientos.
La gestión de los riesgos tecnológicos es importante dado que las organizaciones al usar tecnología en su actividad diaria y como parte de sus procesos de negocio se encuentran expuestas a este tipo de riesgos; por ello pueden afectar la actividad propia de las mismas y ser fuentes de pérdidas y daños considerables.
El riesgo de origen tecnológico puede incidir sobre las metas y objetivos organizacionales y ser causa de otro tipo de riesgos al ser intrínseco al uso de tecnología. Por ello el daño, interrupción, alteración o falla derivada del uso de TI puede implicar pérdidas significativas en las organizaciones, pérdidas financieras, multas o acciones legales, afectación de la imagen de una organización y causar inconvenientes a nivel operativo y estratégico.
La evaluación de riesgos tecnológicos implica identificar y analizar las posibles amenazas que pueden afectar la infraestructura tecnológica de una empresa y sus activos digitales. Estos riesgos pueden variar desde amenazas externas, como ataques cibernéticos, hasta desafíos internos, como fallas en sistemas o falta de capacitación del personal.
La evaluación de riesgos tecnológicos tiene varios beneficios clave:
- Identificación de Vulnerabilidades: La evaluación permite a las empresas identificar las áreas donde son más susceptibles a amenazas. Al comprender las vulnerabilidades específicas, las empresas pueden tomar medidas proactivas para fortalecer sus sistemas y reducir la exposición a riesgos.
- Priorización de Recursos: No todos los riesgos tecnológicos son iguales. Una evaluación permite a las empresas priorizar los riesgos en función de su impacto potencial y probabilidad de ocurrencia. Esto ayuda a asignar recursos y esfuerzos de mitigación de manera efectiva.
- Planificación de Contingencias: Con una evaluación de riesgos en su lugar, las empresas pueden desarrollar planes de contingencia sólidos para hacer frente a situaciones de emergencia. Esto puede incluir protocolos de respuesta ante ciberataques, sistemas de respaldo y procedimientos para minimizar el tiempo de inactividad en caso de fallas tecnológicas.
- Cumplimiento Normativo: En muchos sectores, existen regulaciones y estándares específicos relacionados con la seguridad y la privacidad de los datos. La evaluación de riesgos tecnológicos ayuda a las empresas a cumplir con estas normativas al identificar áreas donde pueden estar en riesgo de no cumplir con los requisitos legales.
- Mejora Continua: La evaluación de riesgos no es un evento único, sino un proceso continuo. A medida que la tecnología y las amenazas evolucionan, las evaluaciones de riesgos deben actualizarse para mantenerse al día. Esto fomenta una cultura de mejora continua en términos de seguridad y gestión de riesgos.
Para llevar a cabo una evaluación de riesgos tecnológicos efectiva, las empresas pueden seguir varios pasos clave. Estos incluyen la identificación de activos críticos, la evaluación de amenazas y vulnerabilidades, la estimación de impacto potencial y probabilidad, y la implementación de medidas de mitigación.
La evaluación de riesgos tecnológicos es una herramienta esencial en el arsenal de cualquier empresa que opera en el mundo digital actual. Al comprender y abordar los riesgos tecnológicos de manera proactiva, las empresas pueden proteger sus activos, garantizar la continuidad del negocio y mantener la confianza de los clientes. Al evaluar los riesgos tecnológicos regularmente, las empresas están mejor equipadas para enfrentar los desafíos cambiantes del entorno tecnológico en constante evolución.
FUENTE: John Franco